Mi hijo es un “bully”

bully

Cualquier agresión tanto verbal, física o psicológica entre niños y adolescentes es considerada bullying. Aunque puede comenzar como una simple broma, lo cierto es que puede llegar a convertirse en algún tipo de abuso serio.

Si tu hijo es un bully, es importante que sepas que el origen de este tipo de actuación puede estar ligada a la existencia de problemas en el ámbito familiar, aunque no siempre es así. El niño/a bully, en ocasiones, se comporta de esta manera por imitación o debido a algún tipo de frustración que le genera enojo, mismo que no sabe cómo canalizar y desconoce los alcances de sus actos y el daño que provoca en sus compañeros.

No obstante, debes estar atenta para poder detectar cualquier señal que indique que tu hijo/a está sufriendo de bullying o, por el contrario, que es él/ella quien lo está llevando a cabo. Para empezar, es importante que fomentes la confianza y comunicación con tus hijos, ya que, frecuentemente, no expresan que ejercen este tipo de actos o que son víctimas de ellos.

¿Qué puedo hacer si mi hijo/a es el “bully”?

  • Establece vías de comunicación con el colegio de tu hijo, a través de asesores o docentes, con el fin de definir el plan a seguir para detener este comportamiento.
  • Enséñale a ser empático y a respetar a los demás, haciendo énfasis en que el bullying es una conducta inaceptable y no es algo “cool”, ya que lastima a la víctima.
  • Transmítele claramente cuáles son las consecuencias del bullying de manera consistente.
  • Haz que se ponga “en los zapatos de otros” (“role play”)
  • Comunícale tus expectativas en cuanto a su comportamiento y enséñale con el ejemplo.
  • Proporciónale siempre una retroalimentación positiva

Asimismo, es importante que elijas correctamente el tipo de escuela que quieres para tu hijo/a para, igualmente, prevenir este tipo de situaciones:

  • Busca una escuela que cuente con un programa de cero tolerancia ante el bullying o cualquier acción que pueda encaminarlos a este tipo de comportamiento, y que centre su modelo pedagógico en el desarrollo integral de los niños, ya que así se fomenta un clima favorable dentro del salón de clases, lo cual impacta de manera significativa en la inteligencia emocional y la autoestima de los niños.
  • Asegúrate de que tus hijos estudien en una escuela que les permita centrarse en conductas positivas, que lleven a cada alumno a aprender a ser felices y a brillar en su plenitud, a través de la manifestación de todos sus potenciales, mediante la estimulación de las inteligencias múltiples.

AMCO