Las redes sociales existen, son parte de nuestra sociedad actual y su existencia ha traído algunos beneficios, pero también algunas otras consecuencias desfavorables.
No por querer proteger a nuestros hijos podemos tenerlos en una burbuja, si no los exponemos a ciertas cosas probablemente tarde o temprano tendrán contacto con ellas. En el caso de la redes sociales sin duda van a conocerlas al estar en casa con el primo o con un amigo, o podemos incluso correr el riesgo de que abran una cuenta a escondidas mintiendo en el proceso.
Lo importante de las redes es no negarse a ellas, sino más bien informarse… debemos conocer qué redes existe en la actualidad, cuáles son sus objetivos, qué se puede hacer con ellas y analizar a qué están expuestos nuestros hijos.
Mark Zuckerberg, creador de Facebook lo dijo en un discurso “Al dar a las personas el poder de compartir, hemos hecho del mundo un lugar más transparente”. Eso es lo que debemos enseñar a nuestros hijos. Deben entender que cualquier cosa que publiquen en redes sociales estará ahí para que “todo” el mundo lo vea. Es imprescindible que aprendan a cuidar lo que dicen, escriben y comparten.
La mayoría de las redes sociales están restringidas a una edad mínima, por lo que es importante hacerles ver que dicha restricción tiene una razón de ser y que no pueden ser usuarios antes de la edad mínima, de lo contrario estarían mintiendo e infringiendo la ley.
Los niños y adolescentes buscarán siempre pertenecer a un grupo, pondrán un valor especial al querer tener “más amigos” “más seguidores” será para ellos un sinónimo de popularidad y es en dónde pueden estar expuestos a aceptar aun a quienes no conocen con tal de sumar personas a sus listas.
Estas son la redes más comunes entre niños y adolescentes:
Instagram
Snapchat
Facebook
Twitter
Ask.fm
Tumblr
Weit (Wehearit)
KIK
Si tu hijo ya usa alguno de estos sitios, te sugerimos:
• Revisar su perfil y que únicamente diga lo que debe decir, revisa que no muestre información que debe ser confidencial y enséñale el por qué no debe compartir ciertos datos.
• Revisa sus listas de amigos y pide que elimine todos aquellos que tu no conoces. Configura los filtros necesarios de manera que su red social pueda estar lo más protegida y privada posible.
• Revisa de vez en cuando su muro. Aunque a tu hijo no le guste, te dirá que por qué invades su privacidad, pero explícale que no es que no confíes en el, sino que es tu derecho conocer “su vida” su círculo de amistades y su realidad. Analiza la “actividad” de su grupo social, lo que comparte con sus amigos y platica con el sobre lo que te gusta, lo que no te gusta y lo que consideras puede ser diferente.
Y por último, limita el tiempo que pasa en redes sociales, no dejes que se convierta en una dependencia, ni en adicción… hazles ver que el mundo físico y de contacto social es mucho más interesante que el virtual.
Zulema Fernández Sariñana
Mtra. en Educación
Edición Amco News
