Cursos de verano, ¿escuela en vacaciones?

verano

¿Por qué mandar a tus hijos a cursos de verano? Quizá porque trabajas y no tienes tiempo de cuidarlos, o porque los niños obtuvieron bajas calificaciones en algunas materias y deben reforzar conocimientos o, tal vez, es buena opción para que se entretengan en algo útil durante las vacaciones. Los motivos pueden ser muchos; el temas es que la probabilidad de que tus hijos asistan a un curso de verano es muy alta.

Como padres de familia es importante determinar si es conveniente y útil que los niños sigan con actividades estructuradas y horarios fijos durante sus vacaciones. Sin duda, estos cursos pueden ser de gran ayuda para papá y mamá, si ambos trabajan, aunque también pueden ser una opción para realizar actividades que ayuden a la formación y entretenimiento de los niños durante el periodo de vacaciones.

Es recomendable elegir el tipo de curso, de acuerdo a los intereses o necesidades de los niños, ya que la oferta de experiencias durante el verano es variada, pues va desde actividades recreativas, artísticas y deportivas hasta académicas.

Un punto a favor en la elección de un curso de verano es el estilo de vida que llevamos en la actualidad, que ha generado un cambio drástico en relación a las actividades de educación, aprendizaje y recreación de las nuevas generaciones, por lo que cada día es mayor la necesidad de tener experiencias que aporten al desarrollo integral de los niños.

Por otro lado, los avances tecnológicos conducen a la llamada “generación Net”; a estar sentados horas y horas frente a la computadora, y para evitar este sedentarismo los cursos de verano pueden ser un medio para llevar a los niños a otros escenarios y enriquecer sus experiencias de vida. Llevar a los niños a espacios abiertos, por ejemplo a un campamento de verano, permitirá que la convivencia y comunicación con otros niños sea directa y no mediante una red social por internet.

Sin embargo, lo más importante que los padres de familia tienen que considerar antes de tomar una decisión es que sus hijos quieran vivir la experiencia, pues los cursos de verano no deben convertirse en un “castigo”, ya que si los niños se sienten fastidiados por participar en ellos, esto traerá como consecuencia una desmotivación permanente al regresar a la escuela.

Es oportuno convertir la elección de un curso de verano en un momento de diálogo y acuerdo familiar, pues cuando los niños tienen opciones para elegir, se sienten seguros y tomados en cuenta, su autoestima se fortalece y, lo más importante, quieren vivir la experiencia y aprovecharla al máximo.

Finalmente, ¿qué debes tomar en cuenta para elegir un curso de verano?:

• Que sea útil, atractivo o necesario para el niño o la niña y, sobre todo, que ayude a la potenciación de sus inteligencias múltiples.
• Que los niños participen en el análisis de opciones y la elección del curso; es importante que les presentes alternativas basadas en sus habilidades y gustos.
• Que el personal de instrucción esté capacitado y que sepa orientar a los niños para aprovechar todo su potencial.
• Que el horario les permita a los niños tener tiempo para realizar otras actividades recreativas que aporten a su desarrollo integral.
• Que las instalaciones sean en un lugar seguro, limpio y adecuado para el tipo de actividades que ofrece.